La aridez del territorio determina las especies de flora y fauna que crecen y se desarrollan aptas para resistir la adversidad del clima y del suelo.
La flora está representada por vegetación xerófila ( xero: seco, -filos: planta) plantas adaptadas a la escasez de agua en la zona en la que habitan .
Las especies características son: el piquillín, el espinillo, el algarrobo, el chañar, el pasto puna o coirón, el cardo y el cuerno de cabra. En la región cordillerana se encuentran plantas gramíneas y arbustos de hojas apretadas, que le permiten resistir las bajas temperaturas. Hacia la llanura encontramos árboles de hasta 20 metros de altura, con predominio de vegetación arbustiva. Hacia el sur se encuentran pastos y arbustos característicos de zonas esteparias y hacia el este prevalecen los espinales.
La fauna de la zona vitivinicola está representada por varios animales , ellos son: la liebre , el jabalí , camélidos como el guanaco y la vicuña, mamíferos como el zorro, el ratón , el armadillo, el murciélago , el cuis y el hurón.
Cuenta además con una gran variedad de mamíferos y carnívoros , que se refugian en cuevas durante el día ; especialmente los pumas o los leones de montaña.
Se destacan aves de presa que anidan en la cordillera, su máximo exponente es el cóndor andino. También habitan la región aves acuáticas, como el cisne de cuello negro, la garza y los flamencos. Asimismo encontramos el ñandú y ñandú petiso, que es una especie de ave terrestre, típica de zona montañosa.
Araceli Soloa